miércoles, 13 de junio de 2012

3500 millones + eltuiterdelcongreso: Laia Ortiz (ICV)

Con esta primera entrevista empiezo una colaboración con el blog de El País 3500 millones. Entrevistaremos a especialistas en cooperación y medio ambiente para saber más en menos, sobre lo que hay y lo que no hay en este país, al respecto.



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El Post de Laia Ortiz que acompaña a este vídeo en 3500 millones es... 

¿Nos lo podemos permitir?

Por: (@laiaortiz) Diputada de ICV en el Congreso | 13 de junio de 2012
  

No hace ni seis meses que soy diputada en el Congreso y parece que estamos asistiendo a una legislatura de excepción. Veinte decretos ley que han cambiado cuestiones fundamentales de nuestra legislación sin pasar por el rigor y el debate público que merecen, y recortes presupuestarios, de derechos y de garantías democráticas que se han convertido en cotidianas y para algunos, en la normalidad.
Pero me gustaría compartir con una reflexión y una preocupación sobre un discurso que se viene repitiendo en nuestro país desde el Gobierno, pero también desde otras administraciones del Estado, defendido por líderes políticos y actores económicos. Un discurso que no es precisamente “excepcional” ni nuevo y mucho menos, transformador. Lo que si que es, es muy “de aquí”, del sur, y tiene mucho que ver con nuestro modelo económico y los desequilibrios de nuestro sistema productivo. Me refiero al “mantra” repetido de que “ahora no nos podemos permitir las políticas medio ambientales” o, “ahora la cooperación al desarrollo es un lujo inasumible”.
Esta manera de plantear el medio ambiente o la lucha contra la pobreza como si fuera una moda o un capricho, algo accesorio que sólo puede formar parte de la agenda en momentos de “vacas gordas” ha acompañado a las políticas públicas llevadas a cabo en nuestro país. Desde la llegada de la crisis y especialmente, desde el 2010 (ya sabemos que en España reaccionamos un poco tarde…) se han ido desmantelando los avances regulatorios en energías renovables, en protección espacios naturales, a la vez que retrocedíamos a pasos agigantados en la dotación a la cooperación al desarrollo (una reducción superior al 70% en los presupuestos 2012, para más info os recomiendo este artículo o en la propia coherencia en las políticas con los Objetivos del Milenio.
Más allá de las explicaciones que podamos escuchar o los claros intereses de algunos grupos económicos en divulgar este discurso, me resulta insultante e incomprensible tanto como ciudadana y como diputada que un gobierno pueda plantear abiertamente e incluso presumir estando en la UE del s.XXI que ahora el medio ambiente o la solidaridad son un lastre que no nos podemos permitir.
Si no fuera porque lo oigo cansinamente y lo veo en los decretos y en los presupuestos me resultaría inimaginable que un responsable político de un país con una dependencia energética del 80%, que tiene la mayor biodiversidad de la UE y tan expuesto a los efectos del calentamiento global como España se atreviera a anunciar abiertamente que ahora no nos podemos permitir el medio ambiente. Del mismo modo resulta poco razonable que un país con los vínculos políticos, culturales y estratégicos a nivel internacional se permita plantear de la cooperación o la lucha contra la pobreza como actos de caridad y por etiquetarlo como un lujo en tiempos de crisis.
Aunque hace años que escucho estos discursos todavía me resisto a asumir que “Spain is diferent” y que insistimos en tropezar 100 veces en la misma piedra.
Si sabemos que el modelo depredador del pelotazo urbanístico, de la infraestructuras insostenibles e inviables, nos ha llevado al desastre como bien ilustró Alex Saló en Españistán y tenemos sobrada información del enorme déficit ecológico que estamos generando y de la creciente factura de posponer los problemas medioambientales me preocupa que a la inconciencia de Gobiernos le acompañe una cierta apatía ciudadana.
Si Alemania ha cerrado las nucleares, o en los países nórdicos la movilidad sostenible y los servicios públicos son incuestionables para todas las fuerzas políticas es porque existe una ciudadanía exigente con los principios del ecologismo y la solidaridad y preocupada por el futuro.
Mi abuelo me decía que las sociedades tienen los gobiernos que se merecen. Muchas veces discrepo de esta afirmación pero si que estoy convencida que mientras la mayor parte de la ciudadanía continúe asumiendo acríticamente este discurso y sus consecuencias y mientras consigan asustarnos más con la evolución del IBEX 35 (cuando la mayoría no tenemos acciones) que el aumento de la temperatura global la crisis continuará siendo una excusa magnífica para aquellos que quieren que todo continúe igual. 
Por eso precisamente, muchos de vosotros, organizaciones ecologistas, del mundo de la cooperación y en definitiva los ciudadanos que creemos en la solidaridad y la sostenibilidad como principios irrenunciables  debemos intensificar nuestros esfuerzos para dar la batalla al neoliberalismo desde una ética ciudadana que combata la hegemonía conservadora y miope tan instalada en nuestro país. Y para ello debemos utilizar todos nuestros instrumentos, altavoces y las redes internacionales para combatir la irracionalidad, con cifras, hechos y nuevas alianzas transversales.

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*Y, de propina, para refrescar la memoria, aquel vídeo en el que Rajoy puso en duda el cambio climático porque se lo dijo un primo suyo "que es catedrático", con una explicación muy sui generis...


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