miércoles, 21 de marzo de 2012

"En Busca del Progre Perdido" Versión comentada.




La relación entre Gallardón y yo es muy conocida por aquellos que siguieron el programa de televisión "Noche Hache" y su secuela, "Éstas no son las noticias". Para los que no, a modo de antecedentes, diré simplemente que siempre me contestó a todo amablemente; tanto a las preguntas serias como a las  cachondas. Siempre jugué las dos bazas y no pienso dejar de hacerlo. 

Por aquel entonces, al alcalde, todo le parecía fenomenal y tengo dos teorías posibles, al respecto: pueder ser que en aquella época le interesara parecer progre y que no lo sea o que lo sea pero ahora esté más presionado por el cargo y por su partido para que deje de serlo o, al menos, de parecerlo.
Continúa...



Me consta que venía preparado para mi pregunta porque me conoce hace mucho tiempo y sabe que siempre le he interrogado sobre su "última polémica" y porque, como muchos miembros del PP hacen, alguien de su séquito estaba allí mucho antes de que llegara para preguntarme, a mí y a cualquier otro imprevisto, qué hacíamos y para quién. Apenas se me interrogó -eso sí, amablemente- descubrí al interrogador en un rincón hecho un ovillo alrededor de su móvil, tapando una conversación supersecreta que aventuro era con su jefe para avisarle sobre lo que le esperaba. Pudiera ser que me equivoque y que estuviera hablando con su suegra pero teniendo en cuenta que la llamada se produjo acto seguido, que no fue una recibida sino realizada, y que conozco la minuciosidad con la que trabaja el equipo de Gallardón con los medios, me inclino por la primera opción.

NO ME QUISO CONTESTAR. De hecho, su manera de no contestarme está en los manuales de dialéctica. Se trata de una argumentación falaz. Se desprestigia al interlocutor en lugar de contestar a su argumento. No me llamó payasa pero sí que me dijo que no hablaba del tema conmigo porque me lo tomaba a broma. No sé donde puede estar la broma en la pregunta: "¿No cree usted que también es violencia estructural que las mujeres que tienen ese derecho aquí y en media Europa dejen de tenerlo?".

Estoy de acuedo con él en que el asunto atañe a "la dignidad de las mujeres". Tanto es así que creí que la pregunta debía hacerse tal cual la hice porque me parece una zancada hacia atrás gigantesca para nuestra dignidad tener que volver a hacernos pasar por locas para poder abortar en este país, cuando es lo que se decide hacer libremente. 

Pocos son los políticos que contestan a lo preguntado. Lástima que alguien que, a su manera, era capaz de reponder haya dejado de serlo porque ahora tiene una cartera.  Si fuera valiente admitiría que pretenden terminar con un derecho árduamente logrado porque, como ya declaró a otro micrófono, lo tenían en su programa electoral pero sobre todo porque creen que le va a encantar a su electorado. ¿Cuántas cosas de ese programa van a dejar de hacerse? ¿Cuántas se harán sólo por electoralismo? 

En el caso del aborto, el PP no quiere esperar a la resolución de su recurso de inconstitucionalidad como hará con los otros. Entiendo la reforma que pretenden hacer para las menores pero de ninguna manera encuentro justificación para la vuelta a una ley de supuestos de 1985 que sólo lo permite en caso de violación, malformación del feto y riesgo para la salud de la madre.  Es volver a obligarnos a hacer trampas y a sentirnos delincuentes por tomar decisiones personales y difíciles.




*Documentación sobre contenidos referidos en el vídeo:

 -Declaró que reformar la Ley del aborto es "lo más progresista que he hecho nunca". Y de ahí el debate público sobre si es progre o no.

3 comentarios:

  1. Definitivamente, de progre perdido sólo tiene la mitad: está perdido... Y así nos va.

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  2. Pese a haber sucedido en el cargo de secretario general de Ap a Jorge Verstrynge, ¿alguien pensaba que iba también a seguir su migración ideológica de extremo a extremo?. Todo fachada y estrategia, seguro que le gusta tener de libro de cabecera El Principe de Maquiavelo (también a mi, que conste), y aplicar esa máxima de aparentar bueno siendo malo y viceversa.
    ya ha logrado su fin, un ministerio, ahora ya puede dar rienda suelta a su ser interno ultraconservador.
    Aún con todo, es muy admirable su gran dialéctica y total dominio de las reglas del debate. en combate dialéctico, y a distancia corta, no tiene muchos rivales. dará muchos titulates esta legislatura, su egocentrismo incontenible obliga.

    Por cuanto a la Ley del Aborto, yo le encuentro un punto positivo, aunque retorcido, reconozco. Cuanto más nos haga retroceder en los derechos, más energía acumulará el resorte que nos impulse de nuevo al avance. No justifico, porque lamentablemente por el camino, nos dejará un buen nutrido grupo de víctimas, pero seguro, porque al igual que la vida, la dignidad y los derechos de la mujer, se abren su camino, y la contrarreforma a Gallardón será digna de su tiempo.

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